Todas las culturas han codificado en rituales lo que consideran importante, sagrado y digno de memorizar. Un ritual representa principios importantes, que deben ser preservados por generaciones, para perpetuar su identidad.
Este equinoccio de primavera, nos fuimos a Papantla con la intención de comprender el ritual de “Los Voladores”, desde el punto de vista espiritual, ¿Qué principio importante es preservado por los Voladores?, ¿Cuál es el mensaje que hay detrás de la danza?. ¿Acaso es éste mensaje el que la UNESCO considera como un patrimonio intangible de la humanidad?
Para empezar, déjame contarte la leyenda de los hombres pájaro, y partiendo de ahí vamos decodificar el mensaje del ritual de los voladores.
También puedes ver el video “Voladores de Papantla, la leyenda de los hombres pájaro” que realizamos en Papantla para los Voladores que ahí practican el ritual.
Hace 2 milenios atrás, la sequía amenazaba la supervivencia del pueblo Totonaca. La tierra no daba fruto, hacía falta que lloviera.
Para solucionarlo, los sabios idearon un gran ritual para enviar un mensaje de ayuda a los cuatro abuelos, que habitan en los cuatro puntos cardinales.
“Abuelos, sufrimos hambre, convenzan al Sol para que nos perdone y levante el castigo”. Era la súplica de los ancianos.
Los sabios, escogieron a cinco jóvenes impecables, y los entrenaron para convertirse en pájaros.
Y con su calendario, fijaron la fecha en que la ceremonia se celebraría, justo en el equinoccio de primavera, cuando el sol estuviera en el cenit.
Enviaron a los jóvenes al monte, para pedirle permiso al espíritu de la madre tierra y talar el árbol más grande que tuvieran.
Todo el pueblo trabajó para ayudar a acarrear el colosal tronco de 30 metros que los muchachos habían encontrado, y se hicieron grandes bailes en agradecimiento, mientras que se apuntalaba el tronco en la plaza de ceremonias.
Los artesanos de la región, fabricaron un artefacto que era capaz de girar sobre su propio eje, y lo montaron sobre el palo donde el ritual se llevaría acabo. Todo estaba listo para el gran día.
Los ancianos revelaron a los jóvenes que solo cuatro de ellos subirían para convertirse en pájaros, escogieron a los más aptos y los chicos subieron al palo.
El jóven que no volaría, comenzó a tocar su flauta y tambor para alentar a sus compañeros y que no temieran a la altura.
Los muchachos enrollaron cuerda suficiente para dar 13 vueltas cada uno y así, emprender el vuelo al mundo espiritual. El artefacto dio un par de vueltas y luego se atascó, quedaron los cuatro muchachos suspendidos de cabeza en el aire, sus vidas estaban en peligro.
El último jóven, sin pensar subió al Palo para ayudar a sus hermanos, trepó hasta el eje del artefacto y con zapatazos logró afianzarlo y que siguiera girando.
Se escuchó una voz en el cielo, “Toca y baila, nosotros te escucharemos”. El jóven continuó tocando y saltando en la punta del artefacto, mientras los cuatro jóvenes seguían descendiendo.
El cielo oscureció, se vieron relámpagos en las nubes, y un gran rayo cayó sobre el palo. Dicen que el estruendo se escuchó por todo el mundo.
Se vio a los muchachos convertirse en grandes aves de luz que se fueron volando hacia los cuatro rumbos, para dar el mensaje a los abuelos y que por fin lloviera otra vez. El jóven del tambor desapareció.
Minutos después se soltó un aguacero, que duró por mucho tiempo, el campo empezó a dar en abundancia, la gente estaba contenta y agradecida, la vida prosperaba de nuevo.
Cuando la lluvia paró, el quinto joven fue visto en los brazos del sol, extendiendo un arcoíris al rededor de la tierra.
Queda claro que el primer principio codificado en el ritual es el respeto a la naturaleza y sus fuerzas elementales, aire, agua, tierra y fuego, son los componentes básicos de todo lo vivo: Carbono, Hidrógeno, Oxigeno y Nitrógeno. Como se les quiera llamar, son los entes primordiales que dan forma y transforman la realidad que percibimos.
Es solicitado el permiso del espíritu benevolente de la madre Tierra, para ayudar al hombre a comunicarse con su padre cósmico, el Sol, quién tiene puesto en él un severo castigo, para que aprenda una lección.
Este principio, nos recuerda que el hombre no es dueño de la tierra, si no tan solo un hijo más, y como tal debe respetarla y pedirle su favor. El Sol, es el responsable de fecundar la tierra, pero también es capaz de asediar al hombre con sequías cuando le falta el respeto a la vida.
Un acto heróico de sacrificio es necesario, el sol recoge como ofrenda al héroe que pone por delante de su propia seguridad, la vida de sus hermanos. Un corazón puro es presentado y la lluvia trae de nuevo la bendición de la vida.
El principio de servir a los demás, sacrificar los intereses propios por aquellos encaminados al bien común es la enseñanza más valiosa, en mi opinión, codificada en la leyenda. El Sol, que arde y brilla para alumbrarnos a todos, se identifica con el valiente muchacho y levanta el castigo, restableciéndose el equilibrio en el que la vida puede prosperar.
No cabe duda que, esta es una de las tradiciones más representativas de nuestra cultura a nivel mundial, y que los Voladores, preservan en su danza un saber muy valioso para toda la humanidad.
EL ritual no solo es la danza que nosotros como espectadores miramos asombrados desde abajo, todavía en la actualidad, hay lugares como Cuetzalan dónde cada año, se junta la gente de tradición y van al monte a pedir permiso para talar un árbol de más de 30 metros, para llevárselo a la plaza del pueblo y apuntalarlo tal y como sus abuelos les enseñaron. Se hace una ceremonia en el monte, se celebra en el pueblo, y así los voladores pueden entretener nuestras miradas un año más.
En México tenemos voladores en casi todos los estados, su entrenamiento empieza desde pequeños, de cada 20 aspirantes a volador, solo uno se convertirá en “Caporal”, aquél que haya descubierto en sí el don de comunicarse con el mundo espiritual a través de su música y danza y corazón, el coordina los rituales y sólo el puede entrenar a otros jóvenes para convertirse en voladores.
A los voladores, muchos los ven sólo como un espectáculo que sirve para atraer turistas y que les permite a unos cuántos vivir de las propinas. Los voladores son mucho más que eso, son los herederos de una gran tradición y su deber es preservarla a costa de todo, vuelan por vocación y mandato. Si los ves, coopera para que continúen danzando, el municipio no les da ninguna clase de apoyo, no tienen sueldo, y arriesgan su vida diariamente para llevar el sustento a su hogar.
Te dejo aquí los links que consulté para hacer la investigación para este artículo.
La leyenda viene de la tradición oral y cambia un poco cada que se transmite, si conoces otra versión por favor compártela con nosotros dejando un comentario. Gracias.